lunes, 26 de marzo de 2012

La Serena - 9



Características socio-económicas de la explotación trashumante
La cabaña trashumante que pasa el invierno en La Serena son rebaños de ovejas y cabras explotadas en régimen extensivo, tanto en las fincas de invernada como en los agostaderos de Soria, Cuenca y Teruel.
La importancia de estas ganaderías se puede resumir en los siguientes aspectos:
A pesar de tratarse de animales de limitada capacidad de producción, presentan una gran adaptabilidad al medio difícil y producen proteínas en unas condiciones en las que otros animales no podrían mantenerse por sí solos.
Cumplen, además, una función social al fijar un gran número de familias en áreas donde no se posible otra especulación agraria y donde persiste, por tanto, un nivel "primitivo" de economía pecuaria.

El número de explotaciones extensivos ganaderas en España presenta una tendencia descendente, a la vez que aumenta el número de cabezas dentro de cada una de ellas. La media nacional es de 230 cabezas por pastos, superior a la media anterior. Sin embargo, delos rebaños trashumantes analizados, la mayoría superan las 700 reses.
Los factores que han provocado esta reducción, analizados ya por Torrent37, son los mismos para todas aquellas explotaciones de régimen extensivo, ya sean estantes, trashumantes o trasterminantes.
Factores estructurales y sociales: emigración de las zonas rurales; inadecuada ordenación de la tierra; falta de pastores encarecimiento de la mano de obra y dificultades para encontrarla-; abandono de pastos de montaña y repoblación forestal; mecanización intensiva de las zonas cerealistas, con reducción de barbechos y rastrojeras; implantación del ganado vacuno en tierras con clara vocación ovina.
Factores productivos: deficiente estado sanitario, alta mortandad y morbilidad debido a la gran incidencia de diversas enfermedades infecciosas y parasitarias; alimentación insuficiente e inadecuada como consecuencia de pastos cada vez menos abundantes y más caros; manejo deficiente de la reproducción; pocos planes de mejora genética y falta de un criterio de selección apropiado (selección fenotípica practicada por los propios ganaderos). Factores mercantiles: poca clarificación del mercado de la carne; irregularidad de los precios, motivada por la estacionalidad de la producción.

La mayoría de estos factores son comentados por los propios ganaderos trashumantes, quienes tienden a culpar de su decadencia fundamentalmente a la escasez de mano de obra, a los precios abusivos de los pastos y a la deficiente comercialización, criticando especialmente el mercado comunitario y la que dicen política inadecuada y engañosa de subvenciones

La Serena - 8


Prácticas pastoriles
Tradicionalmente, el plan de reproducción de ganado merino se organiza de forma que la cubrición, de las ovejas coincida con la plenitud de la primavera, y el nacimiento de los corderos en otoño, al abrigo de las dehesas. Los viejos ganaderos de las sierras de Oncala lo resumen en el siguiente dicho: "el agostadero es la madre del cordero, y la otoñada la llave de la lana"
En torno a ello se ha desarrollado un conjunto de prácticas y comportamientos característicos del sistema trashumante, algunos de los cuales han permanecido hasta nuestros días. Estas prácticas se pueden agrupar en tres apartados según su finalidad: manejo del ganado, mejoras sanitarias y mejoras zootécnicas.

a) Manejo del ganado. Dada la gran diversidad de prácticas existentes para el manejo de ganado, se comentan aquellas que son comunes en los rebaños trashumantes estudiados.
Una de las prácticas destinada a obtener una buena corderada es el "ahijado" de los corderos, consistente en que cuando una oveja recién parida pierde a su cría ahíja a una ajena. Así, el cordero se beneficia de tener dos madres. Cuando el animal no acepta a la cría extraña, el pastor recurre a recubrir a ésta última con la piel del hijo muerto. El ahijado es también muy beneficioso para crianza de gemelos.
La elección de los "mansos" y su adiestramiento suponen otra práctica peculiar y muy importante por el papel que éstos juegan en el manejo del ganado. En los grandes desplazamientos de los rebaños trashumantes eran estos carneros castrados quienes marcaban los ritmos de avance. Ahora, aunque estas travesías son cortas, el manso aporta los mismos servicios, siendo útil, además, para aquellas tareas que requieran la sepa ración y el manejo de pequeños hatos, por ejemplo en el momento de esquilar, en los embarques de ganado, o en la separación de rebaños. El manso cuenta además con otra importante característica, la de producir lana de calidad, ya que estos animales producen un buen vellón.
El marcado o herrado era una práctica trashumante legislada por el propio Concejo de la Mesta, que imponía severas multas para aquellos rebaños que no estuvieran identificados con las señales distintivas del dueño. Las marcas se realizaban con hierro a fuego en la región supranasal de los animales. La misma marca de la ganadería era inscrita en uno de los costados del animal cuando éste había sido esquilado. Hoy día se sigue realizando para distinguir los rebaños.
El esquileo es la práctica que, quizá, antaño tuvo mayor importancia, ya que la venta de la lana suponía la mayor fuente de ingresos para los propietarios de las merinas trashumantes. Por ello la esquila de los rebaños se rodeaba de un ambiente festivo, con una compleja organización que iba desde las cuadrillas de esquiladores hasta los "ligadores" (encargados de coger y atar a los animales para esquilarlos), "moreneros" (llevaban carbón vegetal para aplicarlo en las heridas) o "echavinos" (repartían el vino entre los trabajadores). Actualmente el esquileo se realiza generalmente con máquina en vez de a tijera y su coste medio es de 130 ptas/oveja. Teniendo en cuenta que el precio de la lana ha experimentado un fuerte descenso (de 90 ptas/kg. en 1990, a 50 ptas/kg. en 1991), la mayoría de los trashumantes opinan que este producto ya no es rentable pero que, tanto por razones higiénicas como climáticas, deben seguir realizándolo.
En el período de invernada se realiza la cubrición y las tareas que ello conlleva. Estas son llevadas a cabo por los propios ganaderos, quienes eligen los carneros que servir n de sementales (moruecos), las ovejas que actuarán como nuevas reproductoras, así como los animales viejos que son eliminados. La estacionalidad del clima y el desarrollo herbáceo son datos tomados en cuenta para elegir la época de cubrición, que generalmente se realiza a finales de primavera (junio), con el fin de que la paridera tenga lugar después de la entrada en los invernaderos (noviembre). Se consigue así un cordero por oveja y año. Sin embargo, varios de los rebaños trashumantes ven alterado este ciclo, encontrándose explotaciones con parideras en verano y en invierno. Según algunas comunicaciones orales, en aquellos rebaños bien alimentados que se pueden cubrir durante todo el año (no existe paro oestral) se tiende al ciclo cerrado de tres partos en dos años: la gestación del ganado ovino es de unos 150 días, la oveja cuida de su cría durante el período de lactancia y hasta el momento en que esta última es sacrificada para cordero pascual (tres meses), y vuelve a curbrirse. Por tanto, el animal reproductor es cubierto cada ocho meses. Tan sólo uno de los ganaderos encuestados dijo obtener dos corderos por oveja y año.

b) Mejoras sanitarias. La propia Mesta planificó una serie de reglas de policía sanitaria para el control de las enfermedades de los rebaños trashumantes. Entre las históricas se puede citar la sarna del ganado cabrío, que fue declarada contagiosa en el Concejo de la Mesta en Riaza en 1556. Antiguamente eran los propios pastores quienes, gracias a su gran conocimiento de las dolencias del ganado y de sus remedios, se ocupaban de sus cuidados. Entre las enfermedades que afectaban con mayor frecuencia a los rebaños trashumantes estaban: la roña, la viruela, el bazo o becerra, la modorra, el pedrero y el papo.
Hoy día, los ganaderos acuden a los veterinarios locales cuando algún animal presenta síntomas patológicos. Existen además vacunas para casi todas las enfermedades de origen bacteriano.
La tercera parte de los trashumantes encuestados citan la pulmonía y la neumonía como las principales indisposiciones que afectan al ganado joven trasladado a los agostaderos. Las enfermedades que afectan a estos rebaños, según conversaciones con veterinarios de la zona, son en el 90% de los casos provocada por la parasitosis y septicemias. Entre estas últimas destaca la entreritixemia o basquillas - de origen bacteriano, actúa sobre le intestino donde suele albergarse el germen causante-, que se presenta en épocas de forraje húmedo. Las casos detectados de la enfermedad del mareo entre las reses trashumantes se deben a la dejadez del pastor, que permite que las ovejas se empachen antes de emprender el viaje en ferrocarril o camión. Otras enfermedades a destacar son los tétanos, el botulismo, la gangrena, el pedero y la brucelosis. Esta última provoca el aborto del ganado y puede ser transmitida al hombre por los animales, causando fiebres debilitantes y ondulantes conocidas como fiebres de Malta. El ganado caprino es el más susceptible a la infección, mientras que, dentro del ovino, la raza merina es la más resistente a pesar de estar muy expuesta a ella, especialmente en los rebaños donde coexiste con cabras. Las diarreas en cordero son menores en los trashumantes que en los de cebadero.
En extensas zonas de La Serena el malatio empleado como insecticida contra el langosto ha provocado desequilibrados en el ciclo biológico de los predadores de parásitos del ganado lanar. Ello ha supuesto una mayor expansión de las enfermedades que estos parásitos producen.

c) Mejoras zootécnicas. Tienen como objetivo incrementar la producción y rentabilidad de la explotación. Para ello, previamente ha de estipularse cuáles son los caracteres que se pretenden incrementar: rendimiento cárnico, lácteo o lanar, precocidad sexual, prolificidad, etc. Los trashumantes encuestados buscan con estas mejoras el logro de corderos de buena constitución y vigor neonatal, un mayor rendimiento cárnico y altas tasas de fecundidad y prolificidad. Como ya se ha comentado, los principales cruces se realizan con merina precoz, fleischaf y landschaf.
Otros aspectos socioeconómicos (arriendo de fincas, transporte por ferrocarril y carretera, duplicidad de estancias, escolarización de los hijos, etc.) serán analizados desde el punto de vista de la problemática que suponen para el ejercicio de la actividad trashumante




La Serena - 7



Composición de la explotación trashumante
Las explotaciones trashumantes en La Serena están compuestas por ganado ovino de forma exclusiva, a veces complementadas con caprino, ya que este último nunca constituye rebaños independientes. El número máximo de cabras es de 50, lo que permite un manejo familiar de las mismas.
Las razas de ambas especies son españolas. Los hatos de ganado cabrío no suelen estar seleccionados, pudiendo comprender un gran número de variedades, subrazas o agrupaciones heterocigóticas, así como presentar gran diversidad fenotípica. Existen representantes tanto del tronco carnicero (serranas y comunes) como del lechero (murcianas, granadinas y malagueñas), explotándose indistintamente la aptitud carne-leche según las necesidades del propio pastor. Así, se da el caso de razas lecheras que apenas se ordeñan y cuya producción se destina a la cría.


Dentro del ganado ovino trashumante son las reses de merino las que predominan. Orientadas tradicionalmente para la obtención de lana, en la actualidad el escaso mercado con que cuenta este producto, y su baja rentabilidad, hacen tender hacia una doble aptitud carne-lana, basada principalmente en la obtención de corderos pascuales. Estos son los animales sacrificados a la edad de 4-6 meses, cuya alimentación en su primer período de vida consiste en leche materna, para después alternar alimentación láctea con el consumo de pastos.
La ventaja de utilizar estas razas locales se basa en la adaptación de las mismas al pasto natural, la rápida respuesta a la mejora de su nutrición, la adecuación a la orografía particular española y la resistencia a las enfermedades infecciosas y parasitarias.
A pesar de estas cualidades de las razas autóctonas, los propietarios se ven obligados a conseguir una mayor productividad de sus explotaciones, realizando para ello cruces industriales con razas importadas. La mejora en la producción cárnica del ovino se efectúa mediante cruces con merina precoz, flelschaf (con la rasa aragonesa) y landschaf. Respecto al ganado caprino no se detectaron cruces con razas extranjeras 

La Serena - 6




RED DE VÍAS PECUARIAS 
El carácter de áreas de invernada, destino de rebaños trashumantes, define la estructura general de las comunicaciones pecuarias. Los rebaños llegaban canalizados por las grandes cañadas reales, disminuyendo el número en un gradiente norte-sur. Al llegar a La Serena ya se habían atravesado otras áreas de invernada importantes, en las que quedaban numerosos rebaños. 
Una vez en la zona de destino, eran las comunicaciones de menor entidad -cordeles y veredas que acercaban a los viajeros a los pueblos y fincas del año. Más tarde, la utilización del ferrocarril favoreció esta estructura dendrítica secular, manteniendo como centros de gravedad las estaciones de tren, desde donde se articulaba toda la red viaria. El resultado actual, oficializado en los Proyectos de Clasificación, es un estado intermedio entre ambas situaciones (ramificaciones desde las cabeceras y desde el propio ferrocarril), con una marcada estructura radial y sobre todo una configuración envolvente que arropa estas comarcas naturales. En la actualidad los dos ejes fundamentales que atraviesan esta zona de invernada extremeña son las Cañadas Reales Leonesa Oriental y Segoviana. 



Cañada Real Leonesa Orienta –
Entra en La Serena por el Norte, sorteando el embalse de García Sola por la carretera Valdecaballeros-Talarrubias hasta la cabeza de la presa para, desde aquí, saltando arroyos y sierras, llegar a Esparragosa. Solapa su trazado con la carretera comarcal 413 para cruzar el Zújar y remontar el río Guadalmez hasta las proximidades de Castuera y Quintana de la Serena y unirse en Higuera de la Serena a la comarcal 413 hacia el Sur. En su trayecto tropieza con varios embalses, carreteras, poblaciones, canteras, etc. En otras zonas discurre medio perdida entre fincas valladas, mojones dispersos que más que una presencia física recuerdan un trazado limpio difícilmente reconstruible. El tránsito de ganado trashumante ha disminuido en tal forma que ni siquiera en el momento de los desplazamientos dejan huellas reconocibles a lo largo de su trazado. 




Cañada Real Segoviana, -
No aparece como tal en las descripciones de los visitadores extraordinarios de mitad del siglo pasado. Su trazado discurre paralelo al de la C. R. Leonesa Oriental, atravesando La Serena en dirección Norte-Sur desde el embalse de La Serena hasta Granja de Torrehermosa, en la divisoria entre Badajoz y Córdoba. Entra en la comarca bordeando Puebla de Alcocer y Esparragosa, hacia el arroyo de Dos Hermanas. Las aguas represadas del Zújar impiden el paso de los "rebaños, obligados a utilizar la antigua carretera a Zarza-Capilla y, cuando el nivel del embalse asciende, a bordear por la carretera nueva a Sancti-Spiritus, para volver hacia el Este hasta el arroyo de Dos Hermanas. Atraviesa los términos de Cabeza del Buey y Castuera. El puerto Mejotal, en Benquerencia de la Serena, abre paso a las dehesas de Monterrubio. Después vienen el puerto de Siruela, Peraleda del Zaucejo y Granja de Torrehermosa, donde se comienza a difuminar por tierras pacenses. 
Son éstas las dos principales vías que articulan la red trashumante. Las interconexiones entre cañadas reales completan la movilidad de los rebaños desde grandes distancias, intensificándose la densidad de cordeles y veredas que comunican las estaciones de ferrocarril con las fincas de invierno. De esta forma, Campanario, Castuera y Cabeza del Buey actúan como centros de atracción que canalizan la salida y entrada de ganado por ferrocarril. La red se completa con caminos de herradura, de carne y rurales y, en muchos casos, con las carreteras. 
Las principales agresiones contra las vías pecuarias provienen de los embalses, las carreteras y las invasiones por parte de los particulares, así como de las diversas ordenaciones rurales. 
El escaso número de ganaderos trashumantes desde hace algunos años y la propia distribución de la propiedad en La Serena hace que las conexiones entre cordeles se difuminen en el paisaje: los ganaderos estantes dominan el panorama agrario realizando sus escasos desplazamientos (fundamentalmente para sacrificio) en camión. De esta forma resulta en muchos casos imposible reconstruir sobre el terreno el trazado de las vías pecuarias.

La Serena - 5


Procedencia de los ganados
La Serena ha ido perdiendo el antiguo potencial que, como invernadero de los grandes rebaños trashumantes, hacía de este territorio una comarca natural de excepcional relevancia ganadera. Hoy día predominan los rebaños estantes, mantenidos con fuertes aportes externos de materia y energía, en clara competencia con los pastos que antaño aprovechaban los ganados trashumantes. De esta forma, el delicado equilibrio entre producción y consumo estacional queda modificado en detrimento de la calidad de las yerbas, provocando la erosión de los suelos con escasa cobertura vegetal y el aumento del precio de los arriendos En La Serena se concentran rebaños procedentes de dos de los cuatro partidos originales de la Mesta, Soria y Cuenca, a los que se añaden las tradicionales poblaciones trashumantes fronterizas de Teruel  Además, como contrapunto a la dominante trashumancia foránea, se da aquí el caso de rebaños que practican la trashumancia inversa, en la que el origen de los ganados está en los invernaderos extremeños



Cabecera soriana
Los pastos de verano se distribuyen en los términos de Santa Cruz de Yanguas, Villar del Río, La Aldehuelas, Oncala y Poveda de Soria, por las Sierras de Camero Viejo, Sierra de Montes Claros, Sierra de Alba, Sierra de San Miguel y Sierra de Pineda, donde realizan un aprovechamiento estacional intenso.
En conjunto, esta cabecera soriana mantiene una cabaña trashumante de gran importancia respecto al resto de la Península, basada casi exclusivamente en ganado lanar.
Las peculiaridades  geográficas y climáticas han condicionado una distribución  dispersa de los múleos de población facilitando el  aprovechamiento de los recursos naturales  El éxodo rural que comenzó en la década de los cincuenta ,llegando a ser actualmente unas  zonas de España , mas despoblada, promovió cambios de usos del territorio que, lejos de favorecer el aprovechamiento extensivo de la cabaña ganadera (por la mayor disponibilidad de pastos), inició una tendencia negativa sobre los efectivos trashumantes. De esta forma los paisajes de montaña se fueron deteriorando, disminuyendo su calidad intrínseca y los rendimientos agrarios.


Cabecera conquense
El antiguo Partido de Cuenca ha perdido la enorme importancia que mantuvo durante los períodos de auge de la Mesta, pero en la actualidad sostiene una importante cabaña de ovino sujeta al ciclo trashumante. La impronta que deja el paisaje, pese a tener numerosos elementos comunes con la cabecera soriana, marca importantes aptitudes y el carácter de sus pobladores. Solamente pasan el invierno en La Serena rebaños procedentes del municipio de Tragacete, que realizan la agostada en las calcáreas sierras conquenses, por encima de los 1.500 metros de altitud.


Sierras turolenses
En la campaña de 1991 los ganaderos procedentes de las sierras de Teruel presentan localizaciones geográficas fronterizas, tanto en los pastos de agostada como en los de invernada. La invernada se lleva a cabo en los límites entre la comarca cordobesa de Los Pedroches y la pacense de La Serena, realizando el embarque en la estación de Cabeza del Buey. La agostada se realiza en las proximidades del nacimiento del río Tajo (Fuentegarcía), ocupando los pastos limítrofes entre las provincias de Cuenca y Teruel, y su origen se sitúa en Villar del Cobo (Teruel).
Es fácilmente comprobable un fenómeno de agregación en el que ganaderos de un mismo origen tienden a buscar pastos de invierno con relativa proximidad a sus "paisanos". El área de La Serena está básicamente ocupada por los sorianos, que disponen de la mayoría del área pastable, mientras que los de Cuenca y Teruel ocupan territorios más orientales, hacia la comarca de Los Pedroches (Córdoba).
 Entre los factores que condicionan una distribución de estas características pueden citarse:
·         La tradición mantenida desde antiguo, en la que los rebaños iban unidos en sus desplazamientos a pie.  
·         La facilidad para la utilización de las líneas de ferrocarril.
·         La tradición en el arriendo de las fincas, lo que facilita los "tratos" con personas ya conocidas.
·         El incremento de la sensación de bienestar y seguridad por la vecindad de personas de confianza durante los duros meses del invierno trashumante.