lunes, 25 de abril de 2016

El medio natural y la trashumancia -12


Foto Valle de San Emiliano.(León)  Cañada Real la Plata (Santiago Bayon Vera)

En primavera y en otoño, épocas del trasiego pecuario, las lluvias pueden producir avenidas y dificultar que los animales vadeen. Un avispado vecino se aprovecharía de ello poniendo a disposición de pastores y animales alguna almadía, pontón o barca. Los hubo en Castrillejo de la Olma, del término palentino de Villoldo, y en Villacastín, Puebla de Alcocer, Hornachos, Navalagamella, Villanueva de Perales, Casasbuenas, Santa Cruz de la Zarza, Granátula, Manzanares, Hornachuelos... En general, sobre arroyos, pero también, en algunos casos, sobre corrientes de más porte, como el Guadiana en Herrera del Duque y el Guadalquivir en Almodóvar del Río, dificultades de paso que en ambos casos se realizaban mediante una barca. Incluso cabía que el concejo se encargara de montar el utensilio de cruce en el momento adecuado, como hacía el de Fernán Caballero, en «Las madres del río Bañuelo, que se atraviesa por pontón que suele poner el Ayuntamiento». También a esos elementales sistemas se recurrió donde existía puente, pero inservible, como en el caso de la travesía del soriano río Verde, «con vestigios de puente arruinado, y se pasa por pontón». En otros lugares se construyó donde había antes prestado tal servicio alguno de aquellos medios rudimentarios. Así, junto a la ya señalada travesía del Guadiana en Herrera del Duque «hay un puente moderno, que parece que se ha hecho por los mismos que tenían la barca para el paso de los ganados». Y al anterior remedio de cruce parece aludir el nombre de «la Barquilla» que se dio al puente que sobremonta el soriano arroyo de San Gregorio. Es significativo al respecto que se denominara «de las Ovejas» el que se levantó sobre el Guadiana en el término ciudadrealeño de Alcolea de Calatrava. Y la misma fuente informativa revela que, en su tiempo, en Fuentidueña de Tajo se salvaba este importante río por el puente colgante de la carretera Madrid-Valencia, pero que antes se hacía mediante una barca. Todas son noticias recogidas en la descripción que dejaron del reconocimiento que realizaron los mencionados visitadores de las cañadas meseteñas ente 1852 y 1860
Foto: Cordel San Tome de Rozados (Salamanca) (Santiago Bayón Vera) 

Como casi con toda seguridad habían hecho antes las manadas de animales salvajes, los rebaños se condujeron primero desde aquellos pasillos montañosos hacia los vados más frontales y fáciles. Después, hacia el puente que los sustituyó. O a uno y otro. Como en Salamanca, donde se forma una de las grandes confluencias de vías pecuarias. Las de procedencia suroccidental y meridional se encaminan hacia el puente romano, y la central, al denominado de Enrique Estevan, que, desde principios del siglo actual, cruza el mismo Tormes al costado oriental del romano. Antes de que existiera éste, o cuando el romano estuvo inutilizable debido a avenidas del río, los rebaños lo atravesaban por el vado que existía donde, algo más al este, se halla el paso de la vía férrea. Se denomina puente del Pradillo, porque al final del vado existía un prado que era donde las ovejas, fatigadas y con la lana mojada por el vadeo, descansaban. Todavía hacia ese lugar se encaminan las dos cañadas más orientales, aunque de una de ellas deriva un ramal hacia otro vado situado aguas arriba, junto al pueblo de Santa Marta.  










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