sábado, 11 de diciembre de 2010

Caminos Silenciosos - Razas - 9

Aunque los perros encargados de la defensa del rebaño frente al ataque de los depredadores tuvieron un origen más antiguo, el posterior desarrollo de la agricultura impulsó la selección de un segundo tipo de perros de pastoreo, los perros de conducción del rebaño. Estos canes son los encargados de ejecutar las órdenes del pastor para guiar la marcha de las ovejas, evitando cualquier daño a las parcelas cultivadas.
El sistema tradicional de agricultura desarrollado en buena parte de la comunidad de Castilla y León, dio forma a un paraje propicio para que el pastoreo debiera auxiliarse con perros aptos para el manejo de los rebaños, donde este perro muestra todas sus habilidades ayudando y colaborando con el pastor y evitando así situaciones conflictivas.
Animal rústico, armónico, activo, ágil, con expresión de viveza e inteligencia, caracterizado por su austeridad y fortaleza, es inalterable en su trabajo ante las condiciones climáticas más adversas y variables, y especialmente resistente a patologías. Pertenece a una raza que surgió para la realización de una tarea específica, la conducción del rebaño, que ha llegado hasta nuestros días desempeñándola en los campos de Castilla y León.
Su futuro está indisolublemente unido al desempeño de dicha actividad pastoril y cualquier iniciativa tendente a su preservación deberá tener siempre presente este carácter de perro de utilidad que convendrá mantener y mejorar.
La permanente reducción del número de rebaños ovinos en pastoreo, así como la creciente difusión de razas caninas extranjeras, parecen ir abocadas a una disminución del censo de esta raza canina autóctona, cuando no a su sustitución, mestizaje y absorción.
A pesar de que las razas más antiguas entre los perros de pastoreo serían aquellas dedicadas a la defensa del rebaño, el ulterior desarrollo de la agricultura trajo consigo la competencia por la utilización del terreno entre esta actividad y la ganadería extensiva, por lo que se favoreció la selección de un segundo tipo de perros de pastoreo, los denominados perros de guía o conducción del rebaño, encargados de ejecutar las órdenes del pastor para conseguir que las ovejas se desplacen en cada momento y circunstancia con la velocidad precisa y en la dirección adecuada, aprovechando el pasto disponible y evitando cualquier daño a las parcelas cultivadas.


















Con el ocaso de la Mesta y la reducción de montes comunales y dehesas a favor de las tierras cultivadas se hizo imprescindible poseer perros que sustituyeran a la mano de obra, cada vez más escasa y cara, para guiar a los rebaños a lo largo de estrechos caminos rodeados de terrenos sembrados. Sin embargo, es probable que su utilización por los ganaderos estantes minifundistas se viniera produciendo desde mucho tiempo atrás en sus cortos desplazamientos diarios para evitar dañar los cultivos que rodeaban cada localidad.
En cada área geográfica de la Península Ibérica sobresalió una raza de perro para la conducción del rebaño adaptada a las condiciones ambientales locales, que siguen perdurando sin ser absorbidos por otras razas, quizás debido a que la única acción de mejora haya sido la intensa selección funcional realizada por cada pastor en busca de una mayor aptitud para el trabajo de conducción del rebaño.

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