Raza maternal portadora de un enorme caudal genético, constituida por animales armónicos de gran viveza, vistosidad y rusticidad, con dos variedades en la capa: cárdena y negra. De aptitud cárnica, se explota en régimen extensivo formando parte del paisaje por su perfecta integración en el medio, cincelada a través de los años, de donde es capaz de proporcionar una carne roja y natural a partir del aprovechamiento de los recursos naturales; perfectamente adaptada a los grandes espacios pastables: Dehesas y serranías, valorizando recursos infrautilizados como la rastrojera, ramón, matorrales y pastos secos.
Catalogada como raza de fomento, se localiza fundamentalmente en la provincia de Salamanca, sudoeste de Zamora y parte noroeste de Cáceres.
Debe su nombre a cierto grado de imperfección del color negro de su capa, aunque también se denomina salmantina por ser Salamanca la provincia que guarda la mayor parte de sus efectivos y esencias de su ancestral pureza.
Tiene su ascendencia en el Tronco Negro Ibérico; seleccionada por la propia naturaleza a lo largo de los siglos, se mantuvo unida en todo tiempo si bien las directrices de cría y las condiciones ambientales introdujeron una serie de modificaciones que la definen y diferencia de otras razas. Su formación se llevó a cabo a través de un largo proceso de ambientación que desembocó en un producto autóctono, asentado en la meseta y más concretamente en las zonas adehesadas de la provincia de Salamanca.
En tiempos remotos era apreciada por su triple aptitud de trabajo-lidia-carne y así se mantuvo hasta que las exigencias del mercado impusieron la especialización, aunque una parte del efectivo se encaminó hacia la lidia recurriendo al cruzamiento absorbente con sementales de la misma. A los fines mejorantes contribuyó de un modo singular la vacada selecta de la finca Castro Enriquez en la localidad de Aldehuela de Bóveda (Salamanca), establecida en concierto entre la Dirección General de la Producción Agraria y la Diputación Provincial de Salamanca desde el año 1969; en 1991 se reconoció como Estación de Valoración Individual para la raza. En 1993 se reconoció su Esquema de Mejora Genética, y al año siguiente se publicó el Reglamento de la Denominación Específica “Carne de Morucha de Salamanca”.
En tiempos remotos era apreciada por su triple aptitud de trabajo-lidia-carne y así se mantuvo hasta que las exigencias del mercado impusieron la especialización, aunque una parte del efectivo se encaminó hacia la lidia recurriendo al cruzamiento absorbente con sementales de la misma. A los fines mejorantes contribuyó de un modo singular la vacada selecta de la finca Castro Enriquez en la localidad de Aldehuela de Bóveda (Salamanca), establecida en concierto entre la Dirección General de la Producción Agraria y la Diputación Provincial de Salamanca desde el año 1969; en 1991 se reconoció como Estación de Valoración Individual para la raza. En 1993 se reconoció su Esquema de Mejora Genética, y al año siguiente se publicó el Reglamento de la Denominación Específica “Carne de Morucha de Salamanca”.
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