La historia de las vías pecuarias se caracteriza por la existencia de una lucha constante de los ganaderos trashumantes frente a los agricultores o ganaderos estantes, que cercaban los pastos e invadían las cañadas, hay dos hitos importantes en el periodo de siete siglos que van desde mediados del S.XVIII a mediados del S.XX. Estos hitos son la reforma agraria del S.XIX, con la desaparición de la Mesta, y el desarrollo del Ferrocarril.
Como ya se ha indicado, a partir de la creación de la Mesta, la red de vías pecuarias, se fue consolidando poco a poco, mediante la práctica de su utilización anual y los actos de administración que iba afirmando las posiciones ganadas. Así se puede mencionar que los Reyes Católicos dictaron en 1.498 un Real Decreto autorizando la rectificación de los linderos de las cañadas en los itinerarios seguidos por los rebaños desde los cincuenta años anteriores a aquellas fechas. Por entonces recorrían las vías pecuarias unos 2,5-3,5 millones de cabezas de ganado.
En el siglo XVIII, la política económica de los ilustrados es claramente favorable a la agricultura, de forma que es esta actividad la que se potencia frente a la ganadería.
En 1.813 se reconoce a los pueblos los derechos a acotar sus terrenos comunales, lo que supuso un ataque real sobre las cañadas. Así mismo, la Guerra de la Independencia fue motivo de descontrol en relación con dichas vías que fue aprovechada por muchos agricultores para roturarlas.Algunos años después en 1.837 se promulgó la Ley de Mendizabal sobre la desamortización que afectó especialmente e a los bienes de carácter eclesiásticos. Según datos de la época cerca de 150.000 fincas pasaron a dominio privado, desde el de la Iglesia. Así mismo en 1.855 se promulgó la Ley de Madoz, por la que se enajenaban los terrenos de propiedad pública no considerados exceptuados. Indudablemente, algunos terrenos utilizados como cañadas debieron entrar en el proceso privatizador; pero sobre todo, dado el escaso control establecido, se cometieron abusos y atropellos que afectaron también a las cañadas. Se termina, pues, el siglo XX con una superficie de cañadas muy mermada.
En 1.813 se reconoce a los pueblos los derechos a acotar sus terrenos comunales, lo que supuso un ataque real sobre las cañadas. Así mismo, la Guerra de la Independencia fue motivo de descontrol en relación con dichas vías que fue aprovechada por muchos agricultores para roturarlas.Algunos años después en 1.837 se promulgó la Ley de Mendizabal sobre la desamortización que afectó especialmente e a los bienes de carácter eclesiásticos. Según datos de la época cerca de 150.000 fincas pasaron a dominio privado, desde el de la Iglesia. Así mismo en 1.855 se promulgó la Ley de Madoz, por la que se enajenaban los terrenos de propiedad pública no considerados exceptuados. Indudablemente, algunos terrenos utilizados como cañadas debieron entrar en el proceso privatizador; pero sobre todo, dado el escaso control establecido, se cometieron abusos y atropellos que afectaron también a las cañadas. Se termina, pues, el siglo XX con una superficie de cañadas muy mermada.
A principio del S.XX se introduce un cambio en el manejo del ganado. El transporte se va a efectuar en una gran parte por ferrocarril. La utilización de este medio de transporte en la trashumancia se remonta en 1.891 en que, si bien el volumen transformado fue escaso, se tienen las primeras referencias acerca de la preparación de trenes especiales para trasladar ganado.
Poco a poco, y de manera discontinua, el volumen transportado por ferrocarril fue aumentando, de manera que puede estimarse que en la actualidad utilizan el ferrocarril unas 500.000 cabezas.
Poco a poco, y de manera discontinua, el volumen transportado por ferrocarril fue aumentando, de manera que puede estimarse que en la actualidad utilizan el ferrocarril unas 500.000 cabezas.
También se utiliza, aunque en menor medida, el transporte de camión.
Este medio de transporte tiene la ventaja de llevar el ganado del punto de origen al destino sin necesidad de caminar; pero resulta más caro.
La utilización de ferrocarril ha llevado consigo la revalorización de los tramos de vías pecuarias existentes desde las estaciones de embarque y desembarque a los lugares de origen y destino, y el consiguiente abandono de las restantes.
Por otra parte, una serie de hechos internos al sector, tales como el encarecimiento de costes y el mantenimiento de precios de venta, así como la creciente utilización de abonos minerales y piensos compuestos han sido la causa de que disminuya la trashumancia, y por tanto, la utilización de las vías pecuarias.
Así pues, este abandono en la utilización de muchas vías pecuarias unido al incremento de la actividad económica que ha tenido lugar en la segunda mitad de este siglo, con la consiguiente construcción de obras públicas y expansión de los núcleos urbanos, así como la tradicional costumbre de los agricultores colindantes de ocupar las cañadas, ha dado lugar a la progresiva ocupación de estas vías, y en muchos casos a su desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario