LA PROMOCIÓN DE LA CULTURA PASTORIL: MUSEOS,
FERIAS, FIESTAS Y ENCUENTROS -1
El fenómeno del turismo puede concebirse
desde distintos puntos de vista en lo que concierne
a un hecho
como el de
la trashumancia, basado
en varios elementos
confortantes: evolución histórica (Base jurídica, La Mesta, Casa de
Ganaderos de Aragón,
gremios trashumantes locales,
etc.), infraestructuras asociadas
(Majadas, corrales, vías
pecuarias, descansaderos, abrevaderos,
ranchos de esquileo, contaderos, chozos, etc.), riqueza
etnológica (Ajuares pastoriles, folclor, cultura popular, tradiciones,
espiritualidad…), conocimiento del medio
físico (Saber territorial, climatología empírica, sistemas de explotación sostenible de pastos y
dehesas, la red de vías pecuarias, etc.), valores culturales y paisajísticos de los
espacios en los que se desarrolla (Áreas de montaña, espacios naturales
emblemáticos, agostaderos, invernaderos…), concluyendo con la valoración de sus
aportes al medio rural (Base económica, modelos de organización territorial,
estructuración del espacio rural, actividad sostenible y respetuosa con el
medio ambiente).
En suma, un conjunto de valores históricos,
patrimoniales, paisajísticos y territoriales puestos de relieve mediante
propuestas de contenido marcadamente cultural, de las que ya se están llevando
a la práctica numerosas iniciativas como museos monográficos permanentes,
exposiciones, ferias y fiestas de la trashumancia, algunas de las cuales tienen
ya una cierta tradición habida cuenta de las distintas ediciones con computan
algunos de los eventos señalados.
Los antecedentes sobre las primeras
experiencias de musealización sobre la trashumancia, acaso haya que buscarlos
en el Museo del Pueblo Español, entidad pionera en estas lides desde su
fundación. Si se hace una revisión de sus propuestas y actividades bajo la dirección
magistral de Julio Caro Baroja, y pese a las diferentes alternativas que ha
sufrido la vida de dicho Museo, se abordan tanto temas de orden etnológico en
general como apartados monográficos que cobrarán carta de naturaleza en
experiencias posteriores; el mundo pastoril en sus variadas facetas será objeto
de una especial atención, mostrada desde siempre por dicho director y otros
miembros de la entidad, teniendo como exponente tanto la presencia de varios
bloques de objetos en exposición permanente hasta la aparición de una serie de
trabajos en los Anales de dicho Museo desde 1935 en adelante, en los que se
insertan excelentes trabajos debidos a autores como José Miguel de Barandiarán,
los geógrafos Robert Aitken o Juan Dantín, el arqueólogo Juan Cabré, así como
otras aportaciones desde diversos enfoques
como los debidos a Francisca Vela, a Juan Contreras (Marqués de Lozoya), Javier
Zapata, Matilde Fernández o Carlos Jiménez, en los que se abordan temas como la
trashumancia intrapirenáica, el esquileo en Segovia, la trashumancia en Ayllón,
el paisaje rural, los aprovechamientos comunales de bosques, el comunalismo
agropecuario en la Sierra de la Demanda, etc.
Otra aproximación a los procesos de musealización
del fenómeno trashumante puede realizarse a partir del monográfico sobre museos
españoles dedicado por la revista Anales del Museo Nacional de Antropología (II
de 1995), en el que se incluyen interesantes aportaciones sobre los museos
etnográficos desde el XIX, pasando por los conjuntos museo- gráficos de
comunidades autónomas como las de Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla
y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Mallorca, Murcia,
Navarra, País Vasco, Rioja o Valencia, integrados por museos de titularidad pública,
privada y también los desarrollados por departamentos universitarios.
Recientemente han ido apareciendo distintos
museos dedicados monográficamente a la trashumancia en varias localizaciones,
como las de Oncala (Soria), Guadalaviar (Teruel), Piqueras (Rioja), Naraval -Tineo
(Asturias), Masegoso (Guadalajara), Caldearenas (Huesca), Uztarroz (Navarra),
Legazpi (Guipúzcoa) o Tornavacas (Cáceres) Varios de ellos proceden de
iniciativas de asociaciones culturales apoyadas por ayuntamientos, otros se
originan por la acción de asociaciones locales en colaboración con instituciones
autonómicas, otros tantos proceden de actuaciones de comunidades autónomas, en
tanto que algunos más se deben a iniciativas particulares. En todos lo casos,
salvo en la última tipología, su mantenimiento se verifica con ayudas públicas
al efecto
Existen, además, otras tantas entidades
museísticas en las que si la trashumancia no es objeto directo de la musealización, si está muy presente en los
contenidos. Se trata de varios museos etnográficos en los que la trashumancia
es abordada de forma preferente
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