viernes, 13 de abril de 2012

Caminos de ganados: España - Portugal - 7


Es imposible no hablar de la organización de territorio por parte de los romanos para entender el trazado de caminos de ganado en la Península Ibérica, y especialmente en Portugal.
En 17 a. C., Augusto volvió a reorganizar las provincias hispanas, y los límites de la Lusitania se fijaron en el territorio comprendido entre el Duero y el Guadiana, con capital en Emerita Augusta (actual Mérida), incluyendo aproximadamente lo que hoy es Extremadura, Portugal (salvo la región entre el Miño y el Duero), casi toda la provincia de Salamanca, parte de la provincia de Zamora, el territorio occidental de la provincia de Ávila (incluyendo su capital) y el occidente de la provincia de Toledo (hasta zona de Talavera de la Reina, las llamadas Antiguas Tierras de Talavera ).
Su frontera con la provincia senatorial Bética era una línea cultural que dividía en dos la Beturia (territorio entre el Guadiana y el Guadalquivir): la céltica era de la Lusitania y la Túrdula de la Bética.
Los límites con la provincia imperial Tarraconensis empezaban en el curso bajo del Duero, continuaban por el curso del Tormes y las estribaciones septentrionales del Sistema Central, para alcanzar la divisoria entre las sierras de Gredos y Guadarrama y descender por las estribaciones meridionales del Sistema Central buscando la Sierra de Guadalupe y el Guadiana.
Tomó su nombre de los lusitanos (en latín:), fieros guerreros que opusieron una fuerte resistencia a la penetración romana (siglo II a. C.), hasta el punto de ser una de las regiones ibéricas que durante más tiempo luchó contra la invasión. La provincia fue dividida entre el imperio de Augusto y el de Claudio en tres conventus iuridicus para la correcta administración de justicia, que realizaban sendos legati iuridici nombrados por el emperador, aunque dependientes del gobernador provincial.)

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