Las cañadas reales han compuesto los principales ejes viarios por los que se desplazaban, y aún se siguen desplazando los rebaños en recorridos extremadamente largos, de varios cientos de kilómetros. Estas cañadas de extenso recorrido han unido puntos geográficamente muy alejados entre sí: las montañas del norte peninsular (León, Burgos, La Rioja, Soria...) y las tierras de invernadero situadas en la submeseta meridional, como los adehesamientos extremeños o los cortijos manchegos de Alcudia
En este epígrafe nos limitaremos a ofrecer una descripción de las cañadas reales más importante tanto por su longitud, como por su relevancia histórica, y que aún siguen en plena vigencia en la actualidad, y a hacer una breve reseña sobre su estado de conservación.
El deterioro más acusado corresponde lógicamente a las vías de menor categoría y de uso reducido. En cuanto a las nueve vías pecuarias principales, las célebres cañadas reales, la situación es más variable.
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