La Declaración de La Cumbre de la
Tierra, conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo,
celebrada en 1992 en Río de Janeiro, realizó una mención expresa al papel
desempeñado por la ganadería extensiva en aspectos como la conservación de la
diversidad de razas rústicas (Principio 14.65) y la gestión del entorno
mediante conocimientos y prácticas tradicionales en la explotación del medio
natural (Principio 22). La Comunidad Europea ya considera prioritarias las
explotaciones extensivas, tal y como se desprende de la Política Agraria
Europea recogida en la Agenda 2000. Recordemos el desarrollo de programas
europeos como Pastormed, destinado a valorizar los oficios vinculados a la
ganadería y hacer hincapié en la importancia de su papel para la supervivencia,
el mantenimiento y el equilibrio de las zonas montañosas y rurales. El
Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno de España reconoce por su parte los
beneficios que proporciona el pastoreo, siempre y cuando se ajuste a la
capacidad de soporte del ecosistema, estimando que:
Estimula la producción (“paradoja
pastoral”).
Mejora la biodiversidad con un
pastoreo moderado.
Contribuye a la prevención de incendios
forestales.
Mantiene la cubierta vegetal.
Favorece la conservación de hábitats
despejados, refugio de fauna silvestre.
Revaloriza los montes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario