domingo, 24 de abril de 2011

Trashumancia en Sanabria - Historia - 3

Superpuesta a esta trashumancia realizada entre áreas tan distantes, destaca la presencia de otro invernadero geográficamente más cercano: la comarca de Aliste, desde donde parten los churreros (denominados así por los sanabreses por la raza churra que componía su cabaña ganadera) hasta las sierras de Sanabria. La pertenencia a la misma provincia de Zamora dificulta encuadrar el periplo ganadero que realizan los alístanos dentro de los actuales términos de trashumancia y trasterminancia. En la época de La Mesta los ganados en desplazamiento se conocían como trashumantes, cañariegos, caminantes y pasantes, pudiendo tan sólo encuadrarse dentro de los primeros. Además, el número de jornadas y las distancias recorridas a pie han hecho que prevalezca esta terminología, considerando que si bien se trata de una trashumancia relativamente corta frente a los grandes desplazamientos de antaño, el número de kilómetros de vías pecuarias utilizados por estos ganaderos es mayor que en otras áreas peninsulares.

Por último, son los propios alistanos los que se denominan a sí mismos trashumantes, asegurando que está práctica ganadera se lleva realizando en su comarca "cientos de años".
Esta última afirmación es poco justificable, siendo sus orígenes de difícil determinación. Para intentar fijar su comienzo hay que considerar que:
La Mesta se ocupó exclusivamente de una de las dos razas ovinas sobre las que se fundamenta la ganadería española, la merina de hebra blanca, ya que el ganado churro, de lana rojiza, se relegó a la categoría de estante.
El aprovechamiento ganadero en la comarca de Aliste es una constante histórica: "Muchedumbre de ganados son apacentados en tan dilatada región montuosa y particularmente en las nombradas comarcas de Alcañices, Sanabria y Sayago, en las que por antonomasia llaman la hacienda a cualquier ganado"


Por su comarca cruzaban bianualmente y durante siglos los trashumantes que invernaban en Extremadura y en verano accedían a las sierras de la vecina comarca de Sanabria, siendo conocidos por los alístanos los itinerarios utilizados.
Considerando estas premisas, se ha esbozado lo que podría haber sido el comienzo y desarrollo de la trashumancia desde los invernaderos de Aliste hasta los pastos de Sanabria. El ganado alistano tradicionalmente debió de ser estante, y seguramente fue en los dos últimos siglos cuando se estableció la práctica de trashumar. Por su parte, la cabaña estante de ganado de Aliste fue incrementándose, necesitando cada vez más zonas de pastos, al no serles suficientes los existentes en su comarca. Además, sus pastos comunales se verían fuertemente recortados en el presente siglo por la política de reforestación llevada a cabo en la Sierra de la Culebra. A su vez, los pastizales de las sierras sanabresas se verían paulatinamente desocupados por dos motivos: la decadencia de la trashumancia, especialmente tras la abolición de La Mesta, y la despoblación de esta región, lo que conllevaba el descenso de la cabaña ganadera propia de los lugareños de Sanabria.





Es de suponer que los alístanos, necesitados de pastos frescos con los que alimentar su ganado en verano, se lanzaran en su búsqueda en la comarca vecina, siguiendo las mismas rutas que utilizaron los antiguos trashumantes y adaptándose a este peculiar sistema de vida que impone la trashumancia. La estructura de los rebaños en grandes cabañas y las jerarquías internas de los pastores siguen patrones similares, si bien sus nombres no son iguales; así, por ejemplo, la figura del mayoral la asume el "encargado", quien dirige a los arrendadores y establece los turnos de los pastores.
De todos los pueblos que la configuran, son los vecinos de Porto los que presentan mayor arraigo e implicación en la vida trashumante. Sus mayores aseveran que desde hace siglos los ganados de sus sierras eran desplazados por sus propietarios hasta los invernaderos de Extremadura y Andalucía.





En la memoria popular de los sanabreses permanece, sin embargo, una constante que permite entender la trashumancia actual. Son de la opinión generalizada de que, si bien en un principio la mayor parte de los ganados trashumantes pertenecían a grandes terratenientes vecinos de estas localidades, que bajaban en invierno hasta los "extremos", poco a poco estos ganaderos, comprobando la benignidad del clima en las tierras extremeñas, decidieron establecerse en esas regiones sureñas, sin por ello dejar de trasladarse, ellos y sus ganados, a los pastos sanabreses en los meses de verano. Así, mayorales y rabadanes seguían siendo sanabreses, ya que los propietarios sabían que eran éstos los mejores conocedores de sus sierras y los más aptos para cuidar sus rebaños en esta zona. Ésta es una tradición que aún hoy se mantiene, aunque haya descendió significativamente.

Trashumancia en Sanabria - Historia - 2


En la Edad Media, bajo el reinado de Alfonso X El Sabio, con la creación del Concejo de La Mesta estos caminos pastoriles quedarían definitivamente establecidos y legislados. Por la geografía más occidental, y de Norte a Sur discurría la Cañada Real del Oeste, que ponía en conexión los puertos de la montaña de León con las dehesas de Extremadura. Una ramificación de esta Cañada, en las proximidades de Benavente, ponía a los trashumantes en relación con los puertos de Sanabria.

La trashumancia es, en esta región de Sanabria, fruto de la geografía y de la diferencia del clima entre regiones distantes, siendo los factores determinantes el rigor del invierno, las nieves de las montañas y la bonanza de las dehesas en las extremaduras, y el tórrido verano, cuando se agostan los pastos extremeños y en las sierras crecen verdes y frescos.
Existe constancia documental de la subida de trashumantes extremeños y salmantinos a las sierras de Sanabria en la segunda mitad del siglo XVIII. Así, entre los primeros, don Joaquín Jorge de Quiñones, hacendado cacereño, mantenía en verano 2.900 cabezas dispersas por Galicia, La Cabrera y Puebla de Sanabria; don Antonio Enríquez de Guzmán y doña Isabel de Alba Maldonado, entre los segundos, desplazaban sus respectivas cabañas a los puertos de León, Palencia y Zamora, entre los que se encontrarían, evidentemente, los puertos sanabreses.


Las personas más ancianas de Porto relatan cómo toda la Sierra de su término municipal pertenecía a los Condes de Benavente, quienes la vendieron a un vecino de Madrid, don Alejandro Pidal, cuya viuda fraccionó el terreno y lo vendió a los vecinos de Sanabria, apareciendo en las escrituras de estos pueblos el no poder impedir el paso a ningún viandante ni a ganado trashumante merino. La especificación de esta raza ovina y que se les trate como foráneos (los vecinos no necesitaban confirmación de paso) ratifica el supuesto de que la mayoría de los ganados que llegaban a los pastos de estos pueblos, al menos en los últimos siglos, procedían de Extremadura.
Ya en pasado siglo algunos de estos mismos pastores acompañaron a pie, en la década de los treinta, a los rebaños de merinas extremeñas hasta los pastos de invernada, realizando el viaje por una cañada que se ajusta notablemente al camino descrito.
Por último, es ya en la segunda mitad del siglo cuando aparecen los primeros datos de ganado trashumante que se desplaza a las sierras sanabresas.  , en su estudio sobre la trashumancia en ferrocarril, cita la comarca de Sanabria como una de las seis áreas de verano del ganado trashumante: "La zona de Sanabria, hasta cuya estación llegan siguiendo ramal que parte de la Vizana, por el río Tera, se comunica directamente con las dehesas de Cáceres por el único itinerario Zamora-Salamanca-Cáceres... (Abellan García A.La trashumancia por ferrocarril en España) Los escasos rebaños trashumantes de la zona de Zamora que hoy salen de Sanabria no alcanzan las 6.000 cabezas (de Porto, Galende y Trefacio)... y proceden exclusivamente de Cáceres.