jueves, 25 de noviembre de 2010

Caminos Silenciosos - Patrimonio Historico - 4


Se esquilaba en edificaciones llamadas "ranchos", y antes se encerraba al rebaño, en un recinto o cobertizo estrecho para que las ovejas estuviesen apretadas y sudasen, ya que esto favorecía el esquileo. Algunas dependencias, de estos ranchos, tenían su propia denominación, así encontramos el "bache o sudadero", que era el recinto donde se las hacia sudar para facilitar el esquileo, "lonjas" almacén donde se apilaban los vellones, "peguera" lugar dónde se marcaban las reses esquiladas, "refertorio" dónde comían los esquiladores, "el dormitorio" y la panadería y el "oratorio" para escuchar misa. Algunos importantes ranchos contaban con un personal especifico. A parte de los esquiladores, entre 100 y 300, según la importancia del rancho, estaba el "factor" con la misión de controlar todas las operaciones de esquileo y otras personas como los «recibidores o aportadores, velloneros, apiladores, ligadores, moreneros, echavinos y pelambreros». Los esquiladores trabajaban en cuadrillas de ciento veinticinco hombres. Cada una de ellas podía despachar al día un rebaño de mil ovejas. La lana que no se vendía en sucio se lavaba en los lavaderos, llevándola después a las lonjas o laneras; la más grande era la de Segovia

Fotos Santiago Bayon Vera 

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